Una de las claves en el fútbol base, a la hora de planificar una temporada, es la metodología que llevemos a cabo, teniendo claro también los objetivos de cada categoría.
Lo primero que tenemos que preguntarnos es, ¿formación o rendimiento?. Indudablemente el objetivo del entrenador de fútbol base debe de ser la de formación, nuestro objetivo es la de formar jugadores capacitados a estar en el primer equipo cuando tengan la edad o madurez para dar el salto, para ello desde la dirección técnica y coordinación de fútbol base, deben darse los mimbres necesarios para ello (objetivos técnicos-tácticos por etapas), la elección metodológica, la elección de un perfil de entrenador y su correspondiente elección de lo que se busca, etc.
En cuanto a metodología, tenemos que tener claro como queremos llegar a esos objetivos marcados, de forma analítica, con acciones combinativas, juegos de toma de decisiones, esto es fundamental, ya que, si el fútbol es un constante juego de toma de decisiones, ¿por qué voy a basar mi entrenamiento en acciones combinativas y juegos analíticos?, a mí, personalmente no me gusta esa idea de juego y forma de entrenar, que no quiere decir que no sea válida, pero no la comparto, creo que un jugador muy dotado técnicamente o tácticamente, no sabe tomar decisiones, ese futbolista difícilmente sabrá elegir la mejor opción, y con ello su formación no será completa, con lo que difícilmente llegará a jugar en el primer equipo.
Para llevar a cabo juegos de toma de decisiones, debemos centrar la parte principal de la sesión a juegos de posesión, rondos, juegos de superioridad e inferiodidad, partidos en espacios reducidos condicionados (no 11c11), y no realizar acciones combinativas, trabajo analítico (es bueno para una iniciación técnica o táctica, y para ello lo meto como juego de calentamiento) o partidos de 11c11. Tenemos que tener claro que los jugadores durante toda la parte principal de la sesión debe pensar que, como y porque realizar una acción u otra, nosotros, como más que entrenadores, somos formadores, debemos ser un guía del jugador, no una constante de indicaciones, debemos dejar que sea el quién acierte o se equivoque en una acción para poder crecer como futbolista, nosotros debemos ser quien corrija e instruya la mejor opción.
Así la metodología comienza por la elección de un perfil de entrenador, hasta llegar al tipo de entrenamiento que queremos que se desarrolle en la escuela, que aporte mayor beneficio a nuestros jugadores, y algo muy importante, formación antes que rendimiento, por lo que hay que asegurarse de que todos los integrantes de una plantilla tienen oportunidades y minutos para poder crecer a nivel futbolístico.
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