Hoy en día, el número de preparadores físicos y entrenadores apuestan más por introducir el balón en sus ejercicios de resistencia, fuerza, velocidad, flexibilidad y coordinación. El porqué de esta práctica es muy sencillo, si el fútbol se practica con un balón, la preparación del futbolista debe ser diseñada teniendo en cuenta este medio.
Quedan atrás esas sesiones físicas de los martes, en las que el balón nunca estaba presente. Ahora el 90%-95% de la preparación física se realiza con balón, consiguiendo así una mayor implicación por parte del futbolista, y una mejor consecución de los objetivos que buscamos.
Ejercicios como posesiones o rondos son claros ejemplos de que pueden conseguir unos objetivos físicos con el balón como medio. Si descontextualizamos la preparación física del resto del juego, no conseguiremos enlazar mejor los componentes que necesitamos trabajar para formar uno solo, y llevarlo a cabo en los partidos.
Si a parte de esto, conseguimos que los ejercicios vayan enfocados a un estilo de juego, estamos trabajando mucho más todavía, y gestionando muy bien los tiempos, que ya son pocas las sesiones y tiempo del que disponemos para trabajar todo (P.Física, técnica, táctica, psicología). Es por ello que nos quebremos la cabeza y pensemos al planificar una sesión, como conseguir los objetivos con el contexto del juego siempre en mente, y el balón como medio.
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