El día de la competición, la alimentación no puede mejorar la condición física del futbolista, pero si evitar o reducir la fatiga, o por ejemplo, también evitar digestiones pesadas.
Tenemos que tener en cuenta tres factores, duración del esfuerzo, intensidad y condiciones climáticas y entorno. El mantenimiento de unos buenos niveles de hidratación es fundamental para su rendimiento y salud.
El día anterior a la competición, la alimentación debe ser igual a la semanal, pudiéndose aumentar un poco la ración de hidratos de carbono, para aumentar la reserva de glucógeno. La cena anterior debe de ser ligera, compuesta de verduras cocidas o crudas, carne magra o pescado, pequeña ración de queso blanco o yogur, pan y fruta. Todo esto acompañado siempre de un buen descanso, para poder conseguir reducir la fatiga durante la competición.
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